Silvina Ocampo (Buenos Aires, 28 de julio de 1903 - Buenos Aires, 14 de diciembre de 1993)
Silvina Ocampo
Silvina Ocampo nació en Buenos Aires en 1903, en la casa de la calle Viamonte 550. Fué la menor de las seis hija de Manuel Silvino Ocampo y Ramona Aguirre.
En su juventud estudió dibujo en Paris con Giorgio de Chirico.
En 1933 conoció a Adolfo Bioy Casares, con quien se casó en 1940. Tuvieron una única hija, Marta, en 1954.
Obtuvo el Premio Municipal por "Espacios métricos" (poesía) en 1954, el Segundo Premio Nacional de Poesía por "Los nombres" en 1953, el Premio Nacional de Poesía por "Lo amargo por dulce" en 1962, y el Premio del Club de los 13 por "Cornelia frente al espejo" en 1988.
Murió en Buenos Aires en 1994.
En su juventud estudió dibujo en Paris con Giorgio de Chirico.
En 1933 conoció a Adolfo Bioy Casares, con quien se casó en 1940. Tuvieron una única hija, Marta, en 1954.
Obtuvo el Premio Municipal por "Espacios métricos" (poesía) en 1954, el Segundo Premio Nacional de Poesía por "Los nombres" en 1953, el Premio Nacional de Poesía por "Lo amargo por dulce" en 1962, y el Premio del Club de los 13 por "Cornelia frente al espejo" en 1988.
Murió en Buenos Aires en 1994.
Poema La Vida Infinita de Silvina Ocampo
A veces me pregunto, al escuchar
como un recuerdo ya, el zorzal cantar
como un recuerdo ya, el zorzal cantar
qué persigue la vida en su diseño
y en qué nos tornaremos cuando nada
nos distinga del aire y de la oleada
nos distinga del aire y de la oleada
del mar que baña orillas de la tierra
donde nacemos y algo nos destierra.
donde nacemos y algo nos destierra.
Cuando llegue Átropos, supersticiosa,
con su cara de negra mariposa,
con su cara de negra mariposa,
¿tendremos el anillo de oro mágico
que nos protegerá del hado trágico?
que nos protegerá del hado trágico?
¿O tendremos las alas, el caballo,
que traspasará el vidrio como un rayo?
que traspasará el vidrio como un rayo?
con el secreto y breve adiestramiento
que nos dan ya las cosas indistintas?
No escribiremos con las mismas tintas.
No pasará Alejandro Nevsky sólo
con música, armadura y protocolo
con música, armadura y protocolo
en los cinematógrafos oscuros.
No existirán los largos, largos muros
No existirán los largos, largos muros
en el remoto imperio de la China;
ni en el Tibet los monjes, su doctrina.
ni en el Tibet los monjes, su doctrina.
No existirán las sombras ni los piélagos.
ni las montañas ni los archipiélagos,
ni las montañas ni los archipiélagos,
ni esos bustos dorados, ni esos nombres
ni esa voz que venera el pueblo, de hombres.
ni esa voz que venera el pueblo, de hombres.
No habrá tigres ni monstruos de cemento,
ni la proclamación del monumento.
ni la proclamación del monumento.
No habrá teatros y gentes y mercados,
agapantos, lugares retirados,
agapantos, lugares retirados,
donde canta el calor con sus chicharras
o la lluvia en los techos de pizarras.
o la lluvia en los techos de pizarras.
No sabremos que existe Egipto, el Nilo,
ni leeremos las páginas de Esquilo.
ni leeremos las páginas de Esquilo.
No veremos en ciertos ojos almas
que besan a la nuestra en nuestras palmas.
que besan a la nuestra en nuestras palmas.
En el itinerario de los días,
a veces víctimas de brujerías,
a veces víctimas de brujerías,
no omitiremos lo que más amamos
para incluir luego lo que detestamos.
para incluir luego lo que detestamos.
No existirá el lustral Mediterráneo,
ni las plantas, ni el sol contemporáneo.
ni las plantas, ni el sol contemporáneo.
No habrá calles con nombres previsibles,
ni metales ni piedras más sensibles.
ni metales ni piedras más sensibles.
No estará el mismo río sobre el barro,
las quemas de basuras ni ese carro,
las quemas de basuras ni ese carro,
con perros que en las noches del suburbio.
se pierden junto a un niño cruel y rubio.
se pierden junto a un niño cruel y rubio.
No habrá reinas de Egipto, ni monedas
que conservan sus caras, ni habrá sedas.
que conservan sus caras, ni habrá sedas.
Si hoy existimos, para no morirnos
mañana lograremos no eximirnos
mañana lograremos no eximirnos
del universo al inventar un mundo
para vivir de nuevo. Vagabundo
para vivir de nuevo. Vagabundo
como nosotros nuestro pensamiento
recordará quizás un alimento,
recordará quizás un alimento,
un dolor, un estigma, una pasión,
un rostro pálido, la comunión,
un rostro pálido, la comunión,
y por ejemplo dentro de algún verso
de San Juan de la Cruz un ciervo, un cierzo,
de San Juan de la Cruz un ciervo, un cierzo,
para otra vez incluirnos en la historia.
¿Será como una jaula la memoria?
¿Será como una jaula la memoria?
El Sésamo Ábrete de recordar,
de nuevo nos pondrá en nuestro lugar
de nuevo nos pondrá en nuestro lugar
o en lugares distintos como ciegos
que no se reconocen, como en juegos.
que no se reconocen, como en juegos.
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